domingo, 30 de enero de 2011

Remember, remember

Buenas tardes, Londres. Permitid primero que me disculpe por esta interrupción. Yo, como muchos de vostoros, aprecio la comodidad de la rutina diaria, la seguridad de lo familiar, la tranquilidad de la monotonía. A mí, me gusta tanto como a vosotros. Pero con el espíritu de conmemorar los importantes acontecimientos del pasado, normalmente asociados con la muerte de alguien o el fin de alguna terrible y sangrienta batalla y que se celebran con una fiesta nacional, he pensado que podriamos celebrar este 5 de noviembre, un dia que ya nadie lamentablemente recuerda, tomándonos cinco minutos de nuestra ajetreada vida para sentarnos y charlar un poco.
Hay, claro está, personas que no quieren que hablemos. Sospecho que en este momento, estarán dando órdenes por teléfono y que hombres armados ya vienen de camino. ¿Por qué? Porque mientras que pueda utilizarse la fuerza, ¿para qué el diálogo?
Sin embargo, las palabras siempre conservarán su poder, las palabras hacen posible que algo tome significado y si se escuchan, enuncian la verdad. Y la verdad es que en este país algo va muy mal, ¿no?Crueldad e injusticia, intolerancia y opresión. Antes teníais libertad para objetar, para pensar y decir lo que pensabais, ahora tenéis censores y sistemas de vigilancia que os coartan para que os conforméis y os convirtáis en sumisos.
¿Cómo ha podido ocurrir? ¿Quién es el culpable? Bueno, ciertamente unos son más responsables que otros y tendrán que rendir cuentas. Pero, la verdad sea dicha, si estáis buscando un culpable, sólo tenéis que miraros al espejo. Sé porque lo hicisteis, sé que teníais miedo. Y quieé no. ¿Guerras, terror, enfermedades? rabia una plaga de enfermedades que conspiraron para corromper vuestros sentidos y sorberos el sentido común. El terror pudo con vosotros y presas del pánico, acudisteis al actual líder, Adam Sutler. Os prometió orden, os prometió paz y todo cuanto os pidió a cambio, fue vuestra silenciosa y obediente sumisión.
Anoche intente poner fin a ese silencio. Anoche destruí el Old Bailey para recordar a este país lo que ha olvidado. Hace mas de 400 años, un gran ciudadano deseó que el 5 de noviembre quedara grabado en nuestra memoria. Su esperanza era hacer recordar al mundo, que justicia, igualdad y libertad son algo más que palabras. Son metas alcanzables.
Así que si no abrís los ojos, si seguís ajenos a los crímenes de este gobierno entonces os sugiero que permitáis que el 5 de noviembre pase sin pena ni gloria. Pero si veis lo que yo veo, si sentís lo que yo siento y si perseguís lo que yo persigo, entonces os pido que os unáis a mí, dentro de un año, ante las puertas del Parlamento, y juntos, les haremos vivir un 5 de noviembre, que jamás, jamás, nadie olvidará.


 Dedicado a la ley Sinde y nuevas propuestas del Gobierno para que el futuro se distancia cada vez más de la utopía de libertad que todos quisiéramos.

2 comentarios:

Maau. dijo...

Me encantó tu blog! Felicitaciones! Te sigo!

Alan Cipiran dijo...

Eh! me has dado una buena idea, una película será mi siguiente post.

Gracias por comentar, te leeré a menudo!