domingo, 17 de abril de 2011

Y sueñas con no soñar

Todo lo que por escrito pueda sonar a desesperación a la cara sólo es risa estúpida.

Ésta no soy yo. Yo no soy nadie. Hecho de menos fantasmas y vivo a base de recuerdos inventados. A veces extraño esa sensación que todos tenemos de pequeños de que somos imprescindibles para el mundo, de que sin nosotros la Tierra no giraría como debe ni el universo sería un lugar tan extraño e inhóspito como lo es.
La vida no tiene más sentido que el que nosotros mismos le damos, pero quizá me he cansado de luchar por las cosas, de intentar encontrarle una razón válida a cada suspiro. Aunque bueno, estas ideas duran poco.
Siempre estarás tú. Seas quien seas, no importa. Siempre estarás ahí para reirte de una preocupación, para recordarme el agradecimiento de los cobardes, de que todo, siempre, podría ir peor. Y eso me hace seguir, con lo que sea que esto sea. El millón de estupideces que joden una vida no son nada contra el instinto de supervivencia.

Ésta sólo soy yo ocupando otros yos.

1 comentario:

Lunática (R.) dijo...

Me encanta como escribes, me identifico en muchas muchas cosas contigo!!!!