Hace tiempo que ya no lucho, ya no me como la cabeza.
Había una vez un hombre. Un hombre fuerte y solo, de ésos que nos enamoran a todas. Un hombre con principios, de los que quedan pocos. Caballero y capullo a la vez, me había robado el corazón.
Me había quitado mis letras.
Había una vez un hombre. Un hombre fuerte y solo, de ésos que nos enamoran a todas. Un hombre con principios, de los que quedan pocos. Caballero y capullo a la vez, me había robado el corazón.
Me había quitado mis letras.
1 comentario:
Hola Cristina,aun estoy vivo y siempre paso por aquí a ver tu blog,seguro no me recuerdas pero yo siempre me acuerdo de ti y tus kiwis.
Publicar un comentario