domingo, 18 de septiembre de 2011


Abro los ojos y maldigo por la luz. La silla, el escritorio, la maldita cama, todo sigue igual y algo falla, como siempre. A veces siento que vuelvo a ser la cría de años atrás, que sigo igual de ciega. Nada de lo que he creído descubrir sobre mí misma, sobre el mundo, tiene sentido. Nada en esta vida tiene más sentido del que le demos.
El aire se ha vuelto frío y se clava en la piel y en la mente. Es como si todo fuera más complicado de lo que siempre ha sido. Es como si te hubiera perdido mil veces antes de tenerte realmente.



Vuelvo a sentirme avergonzada con cada palabra; la intimidad que dejo escapar me quema en la piel y hace que me pregunte rápidamente quién leerá esto. 

3 comentarios:

Lunática (R.) dijo...

crees que estás llegando al final y de repente descubres que has cogido el camino equivocado; que no sabes nada... No sé, yo suelo tener esa sensación..
Besos y suerte

Nada más importa dijo...

Yo creo que no importa quien lo lea, sino que vos, la que siente todo esto, sea capaz de decirlo, o en este caso, escribirlo. Sacándolo fuera.

lachicadeloskiwis dijo...
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