viernes, 1 de junio de 2012

Más lejos


Siempre he creido ser un ser demasiado emocional.  Y egocéntrico.
Al menos lo admito.





Somos algo más que sacos de huesos y piel. Somos algo más que caras falsas y amables, gente nueva y radiante. Somos algo más que sombras, fantasmas y recuerdos. Somos algo más que el amor y el odio, los celos y la soledad. Somos vida y somos muerte, alma perdidas, vacíos extenciales.

*   *   *   *   *

Me das la mano, sombra anónima. El contacto es cálido. Sé que deseas mi alma. Sé que crees ver en mi un mundo perdido. Sé cómo me crees y siento lástima por ti. Pero eso no importa.
El paisaje es silvestre; lejos de esa ciudad que carcome des del alma a los zapatos.
 Cierro los ojos y por un momento imagino tiempos mejores, pero luego me obligo a volver. Realidad. Hay que vivir por la piel, cualquier otra forma se considera enfermedad. Espera. ¿Vas a decirme que me quieres? ¿Vas a adorarme? Siempre he sido una diosa en la mente. Siempre he sentido una especie de conexión estúpida con los demás, algo pequeño y patético que me hacía ver dolor y tristeza. Siento asco por aquellos que pretenden entenderme, ¿cómo osan quitarme la ilusión de ser especial?  Cierro los ojos y me dejo llevar.
Llévame a algún sitio donde no recuerde mi nombre. Llévame a algún sitio donde el odio no signifique nada, y luego llévame más lejos. Vamos a volar.